¿NOS RELAJAMOS?

Este post va a tratar sobre un momento necesario de la rutina diaria en las aulas infantiles. Hablamos del momento de relajación. Este momento que, a veces descuidamos pero que es muy importante para el desarrollo integral de los pequeños. 

La relajación debe de convertirse en un hábito diario, es decir, que sea parte de la rutina del día a día de lo niños y niñas. Se transforma en un momento de descanso, de pensar y reflexionar, de inspirar y espirar, etc.

Esto ayuda a los menores a estar preparados y a prestar atención para actividades posteriores, y además, ayuda a su concentración. La relajación normalmente va acompañada de música, aunque no tiene por qué ser así; pero ésta ayuda y favorece a crear un clima y ambiente más relajado y tranquilo. La música relajante tiene un ritmo que ayuda a tener una relajación más tranquila y profunda.

Por otro lado, existen materiales que fomentan que la relajación se dé, como por ejemplo: cojines, mantas, alfombra... por otra parte, materiales sonoros como: instrumentos que simulan la lluvia. También, para dar un poco más de armonía al lugar, se puede bajar el grado de luz. 

Existen también objetos que se pueden construir y que son muy fáciles de hacer, que favorece la relajación. como por ejemplo pelotas rellenas de harina, plumas, una botella de agua con cosas brillantes dentro y agua (se trata de girar la botella despacio y ver como las cosas brillantes caen despacio hasta abajo), etc. 

Esta actividad se ha llevado a cabo en clase con niños de 5 años.

De este modo, podemos encontrar distintas canciones o sonidos que nos sirven para la relajación. Podemos encontrar una canción elaborada como por ejemplo ésta:

Y por otro lado, algo que tenemos muy al alcance y que apenas a veces nos acordamos de que lo tenemos, son los sonidos de la naturaleza.

Seguidamente, os dejamos una canción que es la que mi tutor del colegio utiliza para el momento de la relajación con los pequeños. Normalmente, este momento siempre ocurre después de la hora del recreo.

PAULA MORENO PROSPIN Y CELIA DEL RIO PICHARDO